La primera
misión naval británica ante la Sublime Puerta fue dirigida por el vicealmirante
Gamble, que puso el acento en los programas de personal y entrenamientos más que en ampliar la flota.
En el otoño
de 1909 las pretensiones griegas de hacerse con un crucero acorazado con piezas
de 234 mm de diseño italiano ( el futuro “Georgios Averof” ) hicieron encenderse las alarmas entre los expertos
navales y políticos turcos. Estos acudieron al
vicealmirante Williams, que había relevado a Gamble en abril de 1910, en
demanda de un pre-dreadnought o un crucero acorazado recientes o en
construcción.
Williams
transmitió la petición de 2 acorazados de la clase “Swiftsure”, pero esta fue
denegada porque Gran Bretaña no deseaba desprenderse de ninguna unidad potente
y solo ofreció envejecidos acorazados de la cosecha de 1891.
Ante esta
negativa, el requerimiento se volvió hacia Alemania, a la que ya había sondeado
el gran visir Hilmi Pasha a finales de 1909. La Kaiserliche Marine ofertó un
crucero acorazado recién entregado, el “Blücher”, pero la discrepancia apareció
en el precio, ya que se homologó al coste de un crucero de batalla.
De hecho los
turcos pretendieron entonces adquirir los cruceros de batalla “Moltke” o el “Goeben”,
en ambos casos infructuosamente. El 15 de julio de 1910 la oficina naval
alemana lanzó una contrapropuesta, ofertando 4 pre-dreadnoughts del tipo “Brandenburg”
por el total del precio acordado. A pesar de su edad ( 2 décadas ), su potente
artillería ( 6 cañones de 280 mm ) y su correcto mantenimiento los hacía
suficientemente atractivos. Finalmente el 5 de agosto el gobierno otomano
aprobó una compra reducida a acorazados, el “Kurfurst Friederich Wilhelm” y el “Weissemburg”,
rebautizados como “Barbarroja Hayreddin” y “Torgut Reis” respectivamente. Asimismo se incluyeron en el trato 4 destructores modernos construidos en
Elbing, que se incorporarían como la clase “Muavent-i Milliye”.
El paso
siguiente en el verano de 1911 fue la búsqueda de dreadnoughts.