No obstante la guarnición de 29.000 hombres de Scutari continuaba resistiendo tenazmente, apoyada por 5.000 paramilitares albaneses. Los serbios destacaron tres divisiones para ayudar a sus aliados montenegrinos a capturar Scutari, sin éxito, y tambien presionaron por su cuenta hacia la costa adriática, hacia el puerto albanés de Durazzo ( Durres ). Mientras, en Tracia, los búlgaros intentaron culminar su ofensiva y capturar Estambul forzando la línea Chataldzha, pero fueron repelidos con graves pérdidas los días 17 y 18 de noviembre. Con la proximidad del invierno y gracias a las presiones internacionales se decretó una inestable tregua el 4 de diciembre, que solo obligaba a los miembros septentrionales de la Liga, manteniéndose los griegos al margen del trato aunque con sus expediciones igualmente paralizadas por la climatología
Se abrió un espacio para las conversaciones en Londres ese mismo mes, prolongándose hasta enero de 1913 dos conferencias paralelas: por una parte la mesa que sentaba a las grandes potencias con intereses contrapuestos, decidas a velar por el equilibrio de poder; y por otra reuniones bilaterales entre los estados implicados directamente en el conflicto. Ante las cesiones autorizadas en la conferencia por el gabinete del sultán, aumentaron las quejas internas y el 23 de enero de 1913 el grupo nacionalista de los "Jóvenes Turcos" de Enver Pasha tomó la autoridad con un golpe incruento, rechazando las conclusiones de las conversaciones de Londres. Este hecho significó la reanudación de hostilidades el 3 de febrero
Los helenos retomaron la iniciativa el 6 de marzo de 1913 al reducir el punto fuerte de Ianina, capital de la región del Epiro, tomando 30.000 prisioneros y 200 cañones. De este modo los griegos quedaron en condiciones de transferir refuerzos hacia Macedonia, aunque no cesaron sus actividades en la zona y capturaron varias poblaciones del "Epiro del Norte" como denominaban a la Albania meridional entre el 15 y el 21 de marzo. El 11 de marzo los búlgaros estrecharon la presión sobre el enclave aislado de Adrianópolis, gracias al apoyo de tropas serbias recién llegadas desde Macedonia. Obtuvieron su recompensa el 26 de marzo con la capitulación de la ciudad tras una fiera lucha que provocó 9.500 bajas, compensadas por captura de 60.000 turcos.
En el mes de abril, con la plasmación de la derrota turca, la intervención de las grandes potencias trató de aclarar el destino de Albania. Separada de Turquía por las conquistas de la Liga Balcánica, Albania fue propuesta como estado independiente, en base a sus particularidades nacionales ( lengua propia, religión mayoritariamente musulmana ), pero también para privar a la demasiado triunfante Serbia de una fachada marítima, aspecto especialmente tenido en cuenta por Italia y Austria-Hungría. A tal fin, las potencias bloquearon el litoral montenegrino, amagando con una intervención, para disuadir a los montenegrinos y sus aliados serbios de anexionarse Scutari. El 14 de mayo los reticentes montenegrinos cedieron y levantaron el asedio de Scutari, sustituidos por inspectores internacionales encargados de la demarcación del nuevo estado albanés.
Concluidas las grandes campañas, las partes beligerantes aceptaron el 30 de mayo firmar el Tratado de Londres, que sancionaba un nuevo orden en los Balcanes. Turquia perdía todas sus posesiones europeas, salvo las que se encontraban al este de la línea Enos-Midia, conservando únicamente las riberas del Mar de Mármara. También se admitía la unificación de Creta en Grecia. Albania era convertida en un estado independiente, tutelado por las grandes potencias europeas. Macedonia quedaba repartida entre los vencedores
Teniendo en cuenta la relativa brevedad del conflicto, ocho meses, las pérdidas humanas eran abultadas: 50.000 turcos perecieron y 100.000 fueron heridos, y unos 115.000 fueron capturados. En definitiva sus ejércitos en los Balcanes quedaron triturados. Los aliados balcánicos pagaron un alto precio por su victoria, 24.000 muertos y 97.000 heridos. En términos porcentuales, el país más castigado fue Montenegro, y en números absolutos, Bulgaria
Sin embargo, la paz duró apenas un mes. Los antiguos miembros, y ahora nuevos vecinos de la Liga Balcánica descubrieron que el reparto del éxito les separaba.